Durante el embarazo, la faja alivia la tensión en la espalda, corrige la postura y asegura la correcta fijación del abdomen desde abajo. Durante el período de recuperación después del parto, se usa como corsé, aprieta el abdomen y la cintura, permite que los órganos internos se contraigan más rápido y vuelvan a su forma anterior 2 veces más rápido.